El helio se utilizó inicialmente en globos dirigibles. Hoy en día, se utiliza al igual que el argón, en la producción de una atmósfera gaseosa inerte durante la soldadura de magnesio, aluminio y titanio; se puede utilizar en el enfriamiento de reactores nucleares como medio de transferencia, ya que es un gas inerte.
Hellium también se usa, mezclado con oxígeno, en el tratamiento del asma porque se difunde muy fácilmente a través de los pulmones. También se puede utilizar en mezclas respiratorias para buceadores de gran profundidad, porque es menos soluble en sangre que el nitrógeno.
En estado líquido, se utiliza para lograr temperaturas extremadamente bajas en dispositivos electrónicos o para estudios en la región de 0-5 K. El infierno también es el gas adecuado para termómetros de gas de baja temperatura debido a su bajo punto de ebullición y comportamiento casi ideal. 
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